He tenido la fortuna de nacer en el Caribe, en este lugar
maravilloso llamado Cartagena de Indias, donde el realismo mágico del que
hablara García Márquez se torna cotidiano, aquí donde no sabemos a veces dónde
termina la leyenda y dónde comienza la historia, en este museo al aire libre
lleno de murallas, fuertes, templos y conventos, callecitas estrechas, pasajes
y arcadas; aquí donde las razas española, india y africana se funden produciendo
una afortunada riqueza en la lengua, el folclor, la gastronomía, las artes…
Sí, aquí vivo con la alegría desbordante de sus gentes,
apreciando el contraste permanente entre la ciudad colonial y la moderna, a la
orilla de su mar verde azul y su cielo infinito, rodeado de bahías, ciénagas,
caños y esteros con sus alcatraces, garzas y mariamulatas, cercado por sus
playas, islas y corales…
Sí, aquí vivo entre Palenqueras vendedoras de frutas, cocheros contadores de historias, vendedoras de dulces del Portal, emboladores dicharacheros, tamboras y bailadores de cumbia, mapalés y gaitas…
Sí, aquí vivo en esta ciudad declarada por la UNESCO Patrimonio
Histórico y Cultural de la Humanidad. La de los opulentos hoteles y los
hospedajes sencillos, la de los restaurantes de cinco cubiertos y la de los
fritos de la esquina… La de las leyendas e historias sin fin.
Ven y sígueme en este
Blog para que vivas o tal vez recuerdes, si ya has venido, a una ciudad de
ensueño, única e irrepetible, alimento para el espíritu.